Dominicanos de talla baja: ¿cómo vacacionar en un entorno poco inclusivo?
Santo Domingo.- Para irse de vacaciones en su propio país, Rocío Stephani de Jesús Durán analiza la extensión del lugar en el cual va a pernoctar, ya que es de talla baja y tiene movilidad reducida. Esta gran dominicana, una incansable luchadora por la igualdad de las personas con discapacidad, se cerciora de las distancias a caminar o si precisa llevar un aliado, su scooter eléctrico. «También me percato de que las instalaciones sean adecuadas para moverme con total autonomía, y que haya accesibilidad, como rampas», añade.
¿Existen en República Dominicana destinos que cumplan con los rigores de la inclusividad para las personas de talla baja o enanismo? La pregunta no toma a Rocío por sorpresa, pues el tema no es ajeno a su vida: «Hasta ahora, y en lo referente a las personas como yo, no podría identificar ningún lugar en específico que sea inclusivo». Y eso no solo afecta a los dominicanos con estas características, también a los extranjeros de talla baja que nos visitan.
Sin embargo, Rocío –coordinadora de la comunidad Personas Pequeñas de República Dominicana– no se ha privado de la belleza de su país. Su experiencia de hacer turismo interno ha sido más bien positiva, pues suele viajar con familiares y amigos, de quienes recibe la ayuda que necesita; tampoco se queja del trato que los demás le propician. «Pienso que en el sector turismo ha habido algún que otro avance que beneficia a los usuarios de sillas de ruedas, pero aún no se tiene en cuenta a las personas de talla baja».
Puntualiza que si un extranjero con estas particularidades alquila un vehículo en nuestro país, no tendrá disponibles extensiones de pedales para poder conducir por sí solo. «O quienes se trasladan en sillas de ruedas o scooters eléctricos se encuentran con lugares donde no hay rampas, o no existe la disponibilidad de vehículos o taxis para trasladar estos aparatos».
La condición de Rocío es displasia epifisaria múltiple, una alteración genética que afecta el crecimiento y la remodelación del hueso, y se caracteriza por una anomalía en el desarrollo de las epífisis y deformidades óseas que perjudican las articulaciones y provocan artrosis temprana en los niños. Según los científicos, se trata de un tipo de enanismo poco común.
Desafíos al viajar
Al momento del desplazamiento las personas de talla baja se encuentran con autobuses, trenes y aviones donde los pies no llegan al piso, y eso les provoca incomodidad y dolor de piernas. Los hoteles, lejos de significar ese oasis de relajación y descanso, se convierten en una carrera de obstáculos para estas personas.
Los mostradores de la recepción, por lo general, son altos y el personal no los ve; en espacios de diversión, restaurantes y bares precisan que los asistan la mayoría de las veces, pues no alcanzan a las sillas; los lavamanos son altos, al igual que algunas duchas; también las puertas suponen dificultades para abrirlas y cerrarlas; en las habitaciones los interruptores están a una medida superior a su estatura y, en ocasiones, también las camas y utensilios como toallas y planchas; para quienes no saben nadar, muchas veces deben permanecer en áreas de piscina destinadas para niños.
Aparte de los desafíos físicos y las barreras de tipo arquitectónico, las personas de talla baja a menudo se topan con la estigmatización y los prejuicios por parte de otros turistas y hasta del personal del sector turismo. Comentarios inapropiados, miradas indiscretas y falta de sensibilidad hacia las necesidades individuales contribuyen a un ambiente hostil y excluyente. Semejantes barreras sociales se traducen en un impacto negativo en la experiencia emocional durante los viajes.
Inclusión, palabra clave
En la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad esta temática es de vital importancia. En el artículo 1 queda claro su objetivo: «Promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales para todas las personas con discapacidad y promover el respeto de su dignidad inherente».
La Agenda 2030 también se hace eco del tema; de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la componen, varios hacen referencia a las personas con discapacidad, como el ODS 4, relacionado con la educación inclusiva y de calidad; el 8 trata sobre el crecimiento económico, empleo y trabajo dignos; el 10 sobre reducción de las desigualdades, y el 11 propone ciudades y comunidades inclusivas y sostenibles.
La dimensión de esta problemática va más allá de lo ambiental, también es social, debido a una simple razón: la discapacidad y la accesibilidad forman parte del desarrollo sostenible. De ahí que se trate de una cuestión de derechos humanos. Para abordar los desafíos que encaran las personas de talla baja y promover su inclusividad en el turismo es primordial implementar medidas puntuales:
- Diseño universal: los destinos y las atracciones turísticas deben adoptar un enfoque de diseño universal que asegure que sus instalaciones sean accesibles para personas de todas las estaturas.
- Información: proporcionar información clara y detallada sobre la accesibilidad de los destinos y las atracciones turísticas en sitios web y materiales impresos.
- Sensibilización y capacitación: es fundamental formar al personal del sector en diversidad e inclusión para comprender y respetar las necesidades de los huéspedes y clientes de talla baja.
- Promoción de la diversidad: una manera de fomentar la aceptación y la igualdad es incentivar la representación de personas de talla baja en la publicidad y el mercadeo.
#SoyMasQueUnaEstatura
Como actividad enriquecedora el turismo debería estar al alcance de todos, sin importar la estatura. Los desafíos a los que se exponen las personas de talla baja son una llamada de atención para el sector, la sociedad y los tomadores de decisiones. La implementación de medidas concretas para abordar las barreras físicas y sociales es vital para garantizar que todos los viajeros puedan disfrutar de experiencias turísticas significativas y memorables.
En su cuenta de Instagram Rocío promueve un hashtag que dice mucho, #SoyMasQueUnaEstatura. Ella mide 93 centímetros, es psicóloga escolar, realizó una maestría en Neuropsicología de la Educación y labora en la escuela parroquial Padre Arturo, en Monte Plata; además, es charlista motivacional. Ha tenido la oportunidad de viajar al extranjero y constatar numerosos avances que favorecen la accesibilidad de las personas con discapacidad, en especial para los usuarios de sillas de ruedas.
«En el caso de las personas de talla baja, en algunos estados de México han aprobado una ley que promueve la disposición de banquitos fijos o movibles para usarlos en baños, cajeros, en la recepción y otras áreas. Es una excelente iniciativa que nos beneficia por nuestra condición, y nos gustaría impulsarla, desde nuestro proyecto, para que se ponga en práctica en República Dominicana», cuenta Rocío con una emoción que contagia.
Además de la necesaria educación y sensibilización sobre el enanismo, Rocío pide que se les incluya en los programas que se realizan en favor de las personas con discapacidad, «que se puedan realizar adaptaciones en infraestructuras como baños, cajeros, medios de transporte, etc., para lograr mejor desenvolvimiento y autonomía».
Las personas de talla baja están expuestas a discriminación social, burlas, falta de oportunidades de empleo y problemas para la ejecución de actividades cotidianas por la falta de infraestructura adecuada para ello, aparte de los padecimientos físicos propios de la enfermedad, que las convierte en población vulnerable y en algunos casos marginadas de las políticas y programas de índole socioeconómico que ofrece el Estado.
25 de octubre: Día Mundial de las Personas de Talla Baja
La fecha se eligió en honor al nacimiento de uno de los primeros en abogar por los derechos de las personas de talla baja, el actor estadounidense William John Bertanzetti (1924-2000), mejor conocido como Billy Barty. La conmemoración procura el reconocimiento de este segmento de la población, su inclusión social y el respeto de los derechos humanos. Barty fundó, en 1957, Little People of America (LPA), organización voluntaria y sin fines de lucro, dedicada a proporcionar apoyo e información a las personas de baja estatura, sus familiares y los profesionales de salud.
Los individuos de talla baja son los que poseen algún tipo de enanismo (existen más de 200 tipos, la mayoría desconocidos por la ciencia). Por lo regular, son diagnosticados con acondroplasia, trastorno genético del crecimiento de los huesos, cuya incidencia se observa en uno de cada 25 mil nacidos vivos. En julio de 2009 la palabra «enano» fue declarada inapropiada y ofensiva.
Turistas de todo tipo recorren nuestro país: extranjeros, dominicanos y residentes. Para los de talla baja se precisan soluciones y normas específicas pensadas en su estatura, de modo que puedan disfrutar de esta actividad que es un derecho de todos. ¿Puede República Dominicana crear el andamiaje necesario para ellos? Sus pasos podrán ser más cortos, pero sus anhelos de felicidad emulan a los nuestros en tamaño.
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By Adrian R. Morales
Senior Staff Writer
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